La resistencia mecánica de electrodos de tungsteno se ve afectado por muchos factores, incluida su composición química, microestructura y proceso de fabricación. Por lo tanto, optimizar estos aspectos es la clave para mejorar el rendimiento de los electrodos de tungsteno.
Como metal con alto punto de fusión, alta densidad y alta dureza, el tungsteno tiene una dureza relativamente baja, lo que limita la mejora de su resistencia mecánica hasta cierto punto. Por esta razón, es particularmente importante optimizar la composición química de los electrodos de tungsteno. Al agregar una cantidad apropiada de elementos de aleación, como níquel, cobre, hierro o elementos de tierras raras, al tungsteno, la tenacidad del tungsteno puede mejorarse de manera efectiva, mejorando así la resistencia mecánica del electrodo. Tomando electrodos de tungsteno torturados como ejemplo, después de agregar óxido de torio, este electrodo no solo tiene una función de trabajo de electrones más baja y una temperatura de cristalización más alta, sino que también exhibe una excelente resistencia mecánica. Sin embargo, las propiedades radiactivas de los electrodos de tungsteno torturados también deben tomarse en serio, por lo que al seleccionarlos y usarlos, su rendimiento y seguridad deben considerarse de manera integral.
Además de la optimización de la composición química, la mejora de la microestructura también es una forma clave de mejorar la resistencia mecánica de los electrodos de tungsteno. La microestructura de los electrodos de tungsteno se puede ajustar a través de procesos de tratamiento térmico, que incluyen normalización, enfriamiento y templado. Estos procesos pueden cambiar la estructura del grano y la distribución de la composición química de los electrodos de tungsteno, mejorando así su resistencia mecánica. Por ejemplo, el enfriamiento puede promover el refinamiento de grano y reducir los defectos límite de grano, mejorando así la resistencia y la dureza del electrodo. Al mismo tiempo, el temple ayuda a eliminar el estrés interno generado durante el proceso de enfriamiento y optimizar aún más las propiedades mecánicas del electrodo.
La optimización de los procesos de fabricación también es una parte importante para mejorar la resistencia mecánica de los electrodos de tungsteno. En el proceso de producción de los electrodos de tungsteno, la pureza y el tamaño de partícula de las materias primas deben controlarse estrictamente para garantizar la uniformidad y la densidad de los electrodos. Además, la tecnología de procesamiento avanzada y el equipo, como la fundición de precisión y la metalurgia en polvo, se pueden utilizar para preparar electrodos de tungsteno con excelentes propiedades mecánicas. Durante el procesamiento, también es necesario prestar atención a la temperatura y velocidad de control para evitar el impacto negativo del estrés térmico y mecánico excesivo en la resistencia del electrodo.
La tecnología de tratamiento de superficie también proporciona un medio efectivo para mejorar la resistencia mecánica de los electrodos de tungsteno. A través de procesos de tratamiento de la superficie, como la pulverización y el enchapado, se puede formar una película protectora en la superficie del electrodo de tungsteno, evitando así que el electrodo se oxida y corroe durante la soldadura y extienda su vida útil de su servicio. Esta película protectora no solo mejora la dureza y la resistencia al desgaste del electrodo, sino que también mejora aún más su resistencia mecánica. Por ejemplo, el revestimiento de cobre o plata de electrodos de tungsteno no solo puede mejorar su conductividad, sino también mejorar la resistencia a la corrosión y la resistencia mecánica.
Además, el uso y el mantenimiento razonables también son aspectos importantes para mejorar la resistencia mecánica de los electrodos de tungsteno. Cuando se utilizan electrodos de tungsteno, se deben seleccionar modelos y especificaciones de electrodos apropiados de acuerdo con los requisitos específicos de la operación de soldadura para garantizar la coincidencia del electrodo con el equipo de soldadura. Al mismo tiempo, inspeccione y mantenga regularmente los electrodos para detectar y lidiar rápidamente con defectos de la superficie y daños para evitar la rotura o falla durante el uso.